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La metodología que empleo
El espacio psicoterapéutico es una instancia de contención, acogida, validación y comprensión. Un espacio flexible y co-construido que se ajusta a las necesidades y requerimientos de cada persona. Es por ello que, dispongo y utilizo diversas estrategias y enfoques terapéuticos para abordar el malestar del consultante de manera integral.
Me es relevante mencionar que uno de mis primeros y principales objetivos en psicoterapia es que la persona se sienta comprendida y validada en un espacio cálido y libre de juicios. Desde mi experiencia, se lo que es sentirse incomprendida o juzgada; por tanto, me es esencial intentar hacer lo posible para que la persona logre sentirse entendida en un espacio confiable y seguro.
Finalmente, algo que me caracteriza es mi alegría y buen humor, herramienta que busco constantemente y de manera asertiva, poner a disposición de mi trabajo terapéutico.
Estrategias terapéuticas:
Historizar el malestar
Acrecentar la confianza epistémica
Externalizar el problema
Mirada puesta en los recursos
Utilización del sentido del humor
Abordar relaciones interpersonales relevantes
Problematizar los conflictos y buscar soluciones
Re-estructuración cognitiva
Potenciar capacidad de agencia
Uso de metáforas
Enfoque terapeutico
Integrativo
Sistémico Relacional
El enfoque sistémico relacional busca tener en consideración dentro del proceso de psicoterapia las relaciones significativas que tiene la persona con su entorno y con otros. Así, para mi como terapeuta me es fundamental explorar dichos vínculos significativos, como lo es también la familia. ¿Por que la familia?, porque es innegable la influencia que tiene nuestra familia en nuestra formación, siendo dichas personas las figuras primarias que nos comienzan a enseñar a relacionarnos con nosotros, con los otros y con el mundo. De este modo, traeremos indudablemente a los personajes que conforman tu familia a nuestro espacio terapéutico de manera simbólica y descriptiva, y si es necesario, también lo haremos de manera física.
Ahora bien, como comenté anteriormente, ahondar en la familia es el primer paso, para luego seguir explorando otros vínculos significativos como parejas y amistades; e incluso considerar la relación con un@ mism@.
Sistémico Narrativo
El enfoque sistémico narrativo es un modo de trabajo terapéutico que busca poner en cuestión ciertas nociones identitarias que tiene la persona, que le pueden causar malestar y limitarle de alguna forma. Por tanto, desde esta teoría se propone que los consultantes tienen una narrativa saturada por el problema, que opaca acontecimientos extraordinarios que escapan de esta narrativa. Cabe mencionar que el presente enfoque terapéutico se enriquece de las premisas del construccionismo social y del posestructuralismo.
Entonces, el modo de trabajo se centra en buscar reorganizar la experiencia, tener una mirada puesta en los recursos, problematizar nociones identitarias rígidas, externalizar el problema y potenciar la capacidad de agencia.
Así, dos de los ejes principales que tiene esta teoría es un enfoque respetuoso que considera a las personas expertas en su vida, como también concibe a la persona separada de su problema, o sea, la persona no es el problema.
Sistémico Breve
La terapia sistémica breve se centra en trabajar los objetivos propuestos por la persona y desde ahí poder centrarse en resolver las problemáticas que tenga el consultante en la medida de lo posible. Este enfoque busca constituirse de tres elementos: La brevedad, la efectividad y la integración.
De esta forma, puedo por medio de este enfoque poner a disposición mi modo de trabajar más bien directivo y pedagógico al buscar maneras de ver posibles soluciones para movilizar y activar a la persona; y de este forma, intentar acrecentar su bienestar. Por tanto, mi labor profesional se centra en abordar activamente los objetivos propuestos por la persona, en contraposición a otros enfoques que buscan tener procesos infinitos de terapia; lo cual tampoco lo descarto, no ser que la persona así lo decida o requiera.
Mentalización
La Terapia Basada en la Mentalización la conocí gracias a mi mejor amiga al momento de ayudarme a preparar mi examen de título y ensayar la resolución de casos. ¿Como? Porque gran parte de mi trabajo terapéutico se correspondía con lo que propone esta fascinante teoría. De este modo, me interesé en esta manera de realizar terapia y tomé un par de cursos para especializarme en el modelo.
Este enfoque consiste en revisar las implicancias que tiene el apego en el desarrollo de las personas en diferentes ámbitos, como en lo social y en su salud mental. Así la capacidad de mentalizar es una habilidad que es propia del ser humano, pero que algunas personas tienen deficiencia en esta esta. "La mentalización es el proceso mediante el cual entendemos a los otros y a nosotros mismos en términos de estados subjetivos (deseos, pensamientos, sentimientos), y la estrecha relación de nuestras conductas con los mismos. Esta capacidad no es innata: debe desarrollarse en un contexto de apego seguro." (Sánchez y De la Vega, 2013)
Psicoanálisis relacional
Desde este enfoque, sin ser una experta asidua a los postulados del psicoanálisis; si rescato algunos elementos fundamentales desde mi formación universitaria. Dentro de mis estudios en relación a las intervenciones basadas en la evidencia, la alianza terapéutica es uno de los grandes componentes que la psicología ha logrado comprobar como preponderante en el proceso de psicoterapia. Por tanto, para mi trabajo terapéutico, mi primer objetivo esencial es que exista una alianza terapéutica, donde la persona logre sentirse comprendida y cómoda en el espacio ofrecido. Entendiendo la alianza terapéutica como la alianza de colaboración mutua entre el terapeuta y el paciente, que se ve mediada por el vínculo, los objetivos a trabajar y la exposición de tareas/modo de llevar la psicoterapia.
Asimismo, otro elemento que rescato del Psicoanálisis Relacional es la importancia que entregan al vínculo terapéutico como medio de intervención, tanto desde la transferencia como la contratransferencia; encontrándose el terapeuta constantemente atento a su sentir y vivencias dentro del proceso terapéutico.